miércoles, 11 de agosto de 2010

Crítica 18/06/10 La inquietud de asomarnos al futuro

Por Gabriel Peralta

 Francisco Lumerman con su obra En tus últimas noches se adentra en un campo poco explorado por nuestro teatro: el imaginarse como sería el futuro si el peronismo se perpetuara en el poder. Esta temática no solo abre nuevas perspectivas para realizar un análisis de un hecho político, sino que también permite conocer una nítida toma de posición del dramaturgo y director frente a este hipotético cuadro de situación.
Lumerman para desarrollar esta hipótesis entrelaza dos planos: el interno y el externo.
En el plano interno, toma las interrelaciones familiares y de amistad para exhibir cómo afecta a los núcleos base de una sociedad, la perpetuación de una forma de gobernar. Es notable como en este plano, el pasado tiene tal peso en ese imaginario futuro, que hechos que ocurrieron hace muchísimos años, aun repercuten en afectos, decisiones y tomas de posición, como si el tiempo lejos de limar asperezas las hubiera crispado. También mediante una metáfora sutil e inquietante el director expone una mirada perturbadora acerca de cómo imagina él a los jovenes adolescentes en esas épocas.
Claro que esto no tendría su completitud si no se integra lo que ocurre en el afuera de estas interrelaciones: porque también algo ha cambiado en la sociedad en ese futuro, y lo que se percibe en el exterior son acontecimientos de zozobra, inquietud y violencia, en que también el pasado juega sus cartas en cuanto a alianzas y enemigos.
El director, en buena tarea, crea tensión entre los dos planos y se aviene, con riesgo y con acierto, el dejar que la incertidumbre se instale, inclusive en el desenlace de la trama, porque en realidad nadie puede saber lo que ocurrirá en el futuro de ese futuro. Y es aquí en donde la obra se entrelaza con el presente: en la continua sensación de incertidumbre por lo que vendrá.
La escenografía de Sol Soto logra una estupenda síntesis entre la devastación y su anclaje con el pasado. El diseño de iluminación de Ricardo Sica elige exponer con crudeza las acciones.
En un elenco de muy buenas labores, se destacan la intensidad y sutilezas de Adriana Ferrer y Rosario Varela.
En tus últimas noches es una interesante posibilidad de vislumbrar un futuro (según Lumerman), tal vez para pensar este presente.

ELENCO:
Adriana Ferrer
Lisandro Penelas
Rosario Varela
José Escobar
Julieta Timossi
Ignacio Torres


FICHA TÉCNICA:
Escenografía: Sol Soto
Asistencia de escenografía: Victoria Dimopulos
Diseño de iluminación: Ricardo Sica
Profesora de señas: María Eugenia Alemán
Prensa: Debora Lachter
Asistencia de dirección: Leticia Martín
Dirección: Francisco Lumerman

Timbre 4 – México 3554 – Tel: 4932 – 4395
Viernes 23.30 hs. Localidades: $ 30.-

martes, 10 de agosto de 2010

Crítica “Una mirada potente hacia los trágicos setenta”

Por Silvia Sánchez Urite

“En cuanto a los que se alistaron para la Contraofensiva, “ojalá hubiese sido un grupo de psicóticos”. Hoy, para él, se trataba de otro tipo de delirio: Había una confusión de la realidad, una construcción muy forzada en el órden de lo real, a partir del imaginario común, de la ideología” (Cristina Zuker, El tren de la victoria, p. 162) “Aquí está prohibido reírse, es más y es peor. Aquí todo es malo, todo es enemigo, todo hay que mirarlo de reojo.” (Ibid, p. 172)

Violencia revolucionaria y contrarrevolucionaria en los años 70 del siglo XXI, sí XXI escuchó bien. Porque este grupo de jóvenes, estas dos parejas disfuncionales viven a 100 años de la muerte de Perón. Uno de ellos está obsesionado con el video “Sinfonía de un sentimiento”, documental sobre el peronismo. El otro oculta algo, se inquieta ante cada disparo. De las dos mujeres, una sólo quiere ser madre, y la otra sólo quiere un amor, un amor que es evanescente y se le escurre entre las manos, como la lavandina con que se bañan. Porque agua pura no hay.

No hay agua, no hay comida, las hormigas se comen todo, están en estado de indigencia en una casa de Lanas. Ya no les compran en su negocio. Y la relación entre los cuatro es intolerable. Un primo quiere matar al otro por su debilidad, las mujeres también luchan. No hay ningún lugar seguro.

Los personajes están completamente dementes, aunque al principio sólo uno de ellos lo aparenta.

Lumerman, a través de esta obra que contiene un alto grado de violencia, física y verbal, trata de buscar una metáfora para un país devastado por la guerra civil. Si esto ocurre en el futuro u ocurrió en el pasado, ya no importa. Porque de lo que se trata es de huir, y ya se sabe que de los laberintos sólo se sale por arriba.
Las actuaciones son naturalistas, aunque luego tomen por otro carril.

Lumerman, autor y director de “De cómo duermen los hermanos Moretti” y “Te encontraré ayer”, se ha jugado por una metáfora de violencia social y política. Y el resultado es convincente.
Este autor, nacido hacia principios de los ochenta, retrata una época en la que todavía no había nacido,  pero parece haber percibido su violencia residual. Y también se nota el acopio, la investigación sobre el tema.

Los personajes son cuatro: Juan (José Escobar), un adorable psicótico; Mirna (Adriana Ferrer), una perversa enamorada; Gaby (Rosario Varela), una borderline desatada y Pedro (Lisandro Penelas), un distímico fugitivo. Tienen una aparición breve pero contundente Ignacio Torres y Julieta Timossi.

Funciones: Viernes a las 23. 30 en Teatro Timbre 4- México 3554

Este espectáculo participó del Panorama Work In Progress 2009
Del CC Rojas y cuenta con el apoyo de Proteatro y fue declarado de Interés Cultural por el Ministerio de Cultura de La Nación.